domingo, 7 de febrero de 2010

Algunos comentarios

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Cecilita:

¡Blogs macanudos! Que hermoso tu campo de damascos, frutales y todo tan lindo que me he dado un paseo virtual fenomenal.

Dora
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30.01.2010
Querida Cecilia.

Que rico estar conectadas...

Imprimí las fotos del DAMASCAL y me inspiraron para realizar una pintura (tú sabes que me gusta pintar) vamos a ver que resulta. ...pero la verdad es que las sombras... los claros-obscuros.... las filas de árboles... los tonos... la magia del lugar... son inssssssspiiiiiiiradoooooores.

BESITOS IRIS.
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27.01.2010
QUERIDA CECY.

Hemos disfrutado en familia el visionado de las fotos. ESTÁN MARAVILLOSAS...... verde.... verde y más verde... damascos y más damascos.... plataneros y relajo.... chorrillos y el canto del agua que encanta, que energiza y te dice.... LA VIDA ES BELLLA.... disfrútala.
¡UNA VEZ MÁS... GRACIAS!

Saludos grandes para tí.
BESITOS IRIS
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Querida Cecy:

Fuimos con Dany en noviembre del 2007. Él me invitó al Damascal con cámara fotográfica en ristre, sin yo saber que estarían en plena cosecha. Por lo tanto, grande fue mi sorpresa cuando comenzamos a caminar por los sombreados senderos sorteando grandes cantidades de damascos, bajo los árboles cargados de ese maravilloso fruto. Cada tanto, se divisaban trabajadores cosechando encaramados en las escaleras. Los hermosos canastos bajo los árboles, rebosantes de grandes damascos, conformaban un cuadro maravilloso.

Nunca antes en nuestras vidas habíamos comido tantos damascos, dulces como la miel. Nos dimos el lujo de escoger los más maduros, rosaditos y apetitosos que habían por doquier.

Al cabo de un tiempo de ese verdadero "atracón", nos tendimos bajo un árbol cargado de damascos y contemplábamos desde allí la belleza de sus frutos. Las ramas cedían por el peso de los abundantes damascos y nos sentíamos en el paraíso, con un día radiante de sol y ante tanta maravilla de la naturaleza.

Regresamos a Santiago felices, con más de algún damasco en el "morral". Quedaron testimonios fotográficos de ese inolvidable día en el que aprendí que la faena de la cosecha se transforma en una verdadera fiesta de color, sabor y alegría.

Con especial cariño y gratitud por ese gran regalo.

Dany y Gloria
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